El martes me hicieron de nuevo la traca de pruebas, esta vez con un extra (de navidad) un TAC, a la espera de decidir cosas y ver como iba reposando el mundo en mi interior.
3D (y sin gafas) al alcance de los dientes.
Me sigue dando cierta grima cuando los miro, y eso que son mios.
Parece que todo está en su sitio... las placas, los tornillos... viva la era del metal (sin olvidarnos de la fusión con la era del plástico, que una es moderna y puede hacer espuma de titanio) Lo que más me impresiona es ver el corte y el desplazamiento... he tenido que esperar siglo y medio para poder entender bien la operación... si lo sé pido antes el TAC.
El regalo de reyes viene de un poco más arriba: LA NARIZ
Ahora que ya me he vuelto experta de palo en medicina improvisada puedo adelantaros la pregunta de turno: ¿Donde esta Wally? ¿Qué hay diferente entre el lado derecho y el lado izquierdo? ¿Te dejo unos segundos más para pensar?
BINGO!!! uno está lleno y el otro vacío. Muy bien... ya tienes el titulo de médico de palo en prácticas. (Si averiguas lo que conlleva antes de seguir leyendo la página reclama tu fonendo de cartón piedra apto para uso casero)
Se trata de sinusitis, crónica y severa (que ya puestos me dan apellidos) En resumen: volvemos al quirófano, con sus deleitantes olores y abanico de colores (nota: ha de leerse con su correcto tono de ironía)
El cirujano me ha dicho que es sencillo, que me ponen anestesia general, sólo porque es aparatoso, y que me sacaran todo por el paladar, le he dado las gracias, aunque aun me pregunto por qué. (Por qué? Si lo adivinas optas al título de psiquiatría casera aplicada de primera) La verdad es que a este paso voy a tener tantos puntos en la boca que ya no voy a saber que hacer con ellos.
En fin... feliz navidad.
