Desde ayer mi estado inconstante de bipolar cansina va en aumento. Mi cabeza es una explosión continua de sensaciones extremas de la inocente alegría a la máxima preocupación, no es por justificarme, pero creo que es normal.
Ya tengo fecha de operación. Después de casi dos años esperando esta noticia, después de imaginar millones de opciones en las que me enteraba de diferentes maneras, totalmente novelescas, me encontré con una voz que al otro lado del teléfono me daba la noticia mientras yo estaba de pie en la puerta del portal de casa de mi tía. Colgué mirando a mi alrededor, esperaba que alguien me felicitará por conseguir llegar hasta allí, un despliegue bollywood en el que cientos de bailarines con pañuelos de colores danzaban a mi alrededor mientras yo cantaba mis hazañas y dos fornidos hindúes me levantaban sin esfuerzo entre sus brazos. Pero en la calle no había nadie.
35 días y estaré entrado en un quirófano...solo tengo ganas de gritarlo, de olerlo, de chuparlo, de sentirlo...de vivirlo.